Hace unas semanas los chicos de Munani me contactaron para que probara sus deliciosos productos en base a algas chilenas. En vez de hacer una receta o subir una foto de las galletas a redes sociales, les propuse hacer una nota diferente, donde pudiéramos hablar un poco más sobre las algas en Chile y su consumo. ¡Esto fue lo que encontré!
Las Algas en Chile
Chile es un país privilegiado en cuanto a biodiversidad marina por su amplia costa que recorre el país a lo largo de más de 6 mil kilómetros. En nuestro mar podemos encontrar sobre 400 algas, de las cuales un tercio son endémicas y de gran importancia ecológica, económica y social.
Las macroalgas marinas que encontramos en Chile son vegetales acuáticos cuyo cuerpo está representado por un tallo. Son en su mayoría bentónicas, es decir, viven adheridas a un sustrato, y son autótrofos, lo que significa que realizan fotosíntesis. Se pueden clasificar en tres grandes grupos; las algas verdes (División Chlorophyta), las algas pardas (División Phaeophyta) y las algas rojas (División Rhodophyta).
Son la base de numerosas cadenas tróficas y cumplen una amplia gama de funciones ecológicas en las comunidades marinas, dándoles estructura y diversidad de hábitats. A su vez, muchas de ellas son perfectamente comestibles y se consideran un vital alimento humano.
El consumo de algas en nuestro país es una práctica que se remonta muchos años, a la época en que los indígenas costeros recorrían las playas recolectando todos aquellos productos que les servían como alimento. Por su fácil recolección y abundancia, las algas eran un elemento esencial en la dieta de los hombres primitivos, y además aportaban nutrientes imprescindibles como el yodo, potasio, proteínas, fibra, vitaminas (A, C, B, E9) y minerales (calcio y magnesio).
Hoy las algas nos siguen aportando estos beneficios y por ello se consideran un alimento funcional y un buen complemento para una dieta saludable. Algunas de las algas más conocidas de Chile son:
Actualmente el consumo interno de algas en Chile es muy bajo y no representa un elemento esencial de nuestra dieta cotidiana, aún cuando sus propiedades alimentarias son excelentes. Hay muchos prejuicios en torno a las algas, por su sabor, aroma y textura, y es por eso que no son ampliamente consumidas como alimento.
Distinto es lo que ocurre en su dimensión comercial como producto de la exportación, donde el panorama es completamente diferente y hasta preocupante debido al aumento en la extracción desmedida de algunas algas, en particular las algas pardas, altamente cotizadas para la industria fitocosmética y alimentaria internacional.
Sobreexplotación
El boom de las algas en Chile ha sido tan grande en los últimos años, que incluso la pesca artesanal está pasando a segundo plano en algunas caletas de nuestro país. La extracción de algas resulta hoy más rentable que la pesca, por lo que muchos pescadores están cambiando de rubro para obtener un mejor pasar, confiados en que las algas son un recurso natural muy presente y disponible en Chile.
Lamentablemente el ritmo de explotación desmedido de las algas está aumentando los riesgos de deforestación marina, y con ello la extinción de ecosistemas marinos completos, ya que las praderas submarinas de algas naturales son las guarderías de diferentes organismos, incluyendo peces, crustáceos y moluscos.
Sólo en el año 2016 hay constancia legal del desembarque de 260.000 toneladas de algas, de las que más de 176.000 son pardas, las más preciadas. Hoy el recurso se ha convertido en un commodity que se extrae y se exporta sin ningún valor agregado, pasando de un intermediario a otro hasta su exportación final, y donde el alguero recolector recibe un precio muy bajo por su trabajo (aprox. $50/kilo).
Algunas algas pardas (huiro negro, huiro palo y sargazo) son muy preciadas en mercados asiáticos, donde las emplean principalmente en la industria cosmética y alimentaria en forma de carragenina y ficocoloides (espesantes). Actualmente el alga desde Chile se vende en estado bruto, tal como aparece en estas fotos, llegando a exportar más de 55.000 toneladas al año, y situando a Chile dentro de los 3 exportadores más grandes del mundo.
Hoy muchas de estas algas pardas se encuentran en estado de «plena explotación», sobre todo en las áreas de libre acceso y sin control, lo cual sumado a los efectos del cambio climático y el aumento de la temperatura en las aguas, hace peligrar su subsistencia como especie en el tiempo. Para revertir esta situación se necesitan más zonas y mejores planes de manejo, así como también mayor fiscalización de las áreas protegidas para evitar la extracción ilegal.
Si las algas se cosechan respetando las buenas prácticas tales como, tamaños mínimos, sistemas de corte, y trazabilidad de la extracción, las praderas submarinas tienen gran capacidad de renovación, volviendo a crecer la planta a su estado adulto en algunos meses. No obstante, hoy eso no está ocurriendo en Chile y es por ello que en algunas zonas estamos empezando a encontrarnos con vedas extractivas de hasta dos años.
Munani
El emprendimiento Munani nace en Chile el año 2014 con la misión de desprejuiciar a la gente frente a las algas y reivindicar su consumo, entregando productos en base a esta materia prima, ricos, nutritivos y saludables.
Han sido los pioneros en Chile en crear productos en base a algas chilenas, y su propuesta innovadora se basa en snacks nutritivos gourmet (bajos en grasas y alto en fibra), entre los cuales encontramos galletas enriquecidas con algas en 4 sabores (natural, orégano, merquén y ajo), galletitas para niños, pickles de algas, harina de algas y cochayuyo brunoise seco de excelente calidad.
Su modelo de negocios se basa en la combinación del impacto social y económico, generando valor agregado a las algas y a los algueros responsables de su recolección. Munani busca ser un vehículo para educar a los recolectores, ayudarlos a profesionalizarse y desarrollar su oficio de manera sustentable, cambiando el paradigma del encadenamiento productivo y trabajando con aliados en vez de proveedores.
Para ello han empezado a trabajar en asociación con diferentes agrupaciones de algueros en Chile, incluyendo las Algueras de Navidad (VI Región), los Algueros de Cheuque y Mehuín (Región de Los Ríos) y los Algueros de Cardonal (VII Región), logrando mejorar el precio de compra por kilo hasta en 10 veces.
Hoy están trabajando en nuevos productos de manera de diversificar la oferta tanto a nivel del producto terminado como en el alga en si. Por ahora las principales algas utilizadas en su producción son el luche y el cochayuyo, y algo de luga, pero se están evaluando nuevas recetas con otras algas para ampliar el portafolio.
Puedes encontrar sus productos en tiendas gourmet, ferias de comida, colegios, algunos kioskos, retail tradicional y a través de su página web www.munani.cl
(**) Agreadecimientos a Munani por los productos, algunas fotos de esta nota y la información recabada a través de una entrevista con su socio Juan Pablo Ramírez el 18 de Julio de 2017.