Japón ha sido de los viajes más maravillosos que he vivido. Desde un punto de vista cultural y gastronómico, Japón es un destino sorprendente y muy diverso. Por lo mismo, nos costó mucho planificar el recorrido que haríamos ya que hay mucho que conocer y hubiésemos querido verlo todo. Sin embargo, estábamos limitados de tiempo y presupuesto así que sólo alcanzamos a estar dos semanas. Igual es una buena cantidad de tiempo y alcanzas a recorrer varias ciudades si te armas un buen esquema.
Sabiendo que Japón es un país bastante caro para moverse, alojar y comer, tratamos de organizar un viaje lo más low cost dentro de lo posible con tal de abarcar varias ciudades y no quedar en la banca rota. Gracias a eso pudimos recorrer Tokyo, Kyoto, Nara, Inari, Kamakura, Hiroshima y Miyayima. Acá te cuento algunos detalles para que cuando viajes a Japón no te desbanques antes de tiempo.
1. Anticipa tu compra del Japan Rail Pass: El Japan Rail Pass es lo más importante a considerar en un viaje a Japón. Es tu pase al viaje ilimitado por toda la isla y sirve para los trenes interurbanos, ferries, buses y algunas líneas de tren en Tokyo. También es válido en el Shinkansen, que es el tren bala de Japón, lo cual es toda una experiencia en si mismo. El tema con el Japan Rail Pass es que no se pude comprar dentro de Japón, por lo que tienes que comprarlo antes en tu país de origen. El Japan Rail Pass lo puedes comprar para 7, 14 y 21 días y los precios varían entre 230 dólares por 7 días para 1 persona hasta 470 dólares por 21 días para 1 persona. Si no lo pudiste comprar anticipadamente, una vez en Japón podrás comprar los pasajes por tramo, pero eso sale mucho más caro y es bastante inconveniente. Para comprar online visita el siguiente link, o visita tu agencia de turismo local más cercana.
2. Aloja con AirBnB: El alojamiento es otro de los ítems ultra caros en Japón. Los hoteles son carísimos, tienen muy poco espacio en las piezas (9 metros cuadrados) y la mayoría no incluye desayuno, por lo que son poco convenientes. Puedes buscar hostales con habitaciones compartidas para mochileros, pero si viajas en pareja o quieres algo que sea un poco más privado sin pagar demasiado, la mejor opción es AirBnB, sobre todo para ciudades grandes como Tokyo y Kyoto. Es mucho más barato, puedes escoger un lugar que te permita cocinar o que tenga comida incluida, y además compartes con gente local. Nosotros escogimos esa opción para Tokyo y Kyoto y conocimos gente muy linda. Nuestra experiencia en Kyoto fue increíble con un chico que se llamaba Tomo y nos cocinaba cocina japonesa casera todas las noches.
3. Vive la calle: Japón tiene un vida callejera muy entretenida de día y de noche, y gran parte del atractivo de viajar por ese país es recorrer sus barrios y rincones mientras observas a su gente y las dinámicas que se generan. Lo mejor de todo es que andar por la calle recorriendo, sacando fotos y mirando es gratis, por lo que es una buena manera de empaparse de todos los ritmos y paisajes. Por suerte con Nico somos buenos caminando y nos gusta esa forma de viajar, así que siempre dejamos los pies en la calle; cuando queremos hacer un recorrido más largo tomamos metro o buses locales y nunca taxi, de esa forma ahorramos al máximo mientras paseamos. Los panoramas imperdibles y totalmente gratis son:
– En Tokyo: Visita el mercado Tsujiki, el mercado de productos del mar más grande del mundo; visita los templos y santuarios más importantes de la ciudad como Senso-Ji, Meiji Jingu; recorre los barrios de Shinjuku, Harajuku, Akibahara y Roppongi; cruza el paso de Shibuya junto a miles de personas al mismo tiempo; haz algún paseo a las afueras de Tokyo como a Kamakura.
– En Kyoto: Recorre alguno de los más de 1600 templos que hay en Kyoto como el Kinkaku-Ji, el Ginkaku-Ji y el Kiyomizu-Dera; visita el bosque de bambú Arashiyama; recorre el distrito antiguo de la ciudad llamado Gion; haz algún paseo por el día a Nara o Inari.
– En Hiroshima: Recorre el sector del memorial de la bomba, la zona cero, y sus múltiples monumentos a la paz. Es un lugar sobrecogedor y muy impactante, pero vale la pena conocerlo. También hay un museo de la memoria que tiene información interesante de la época y testimonios de sobrevivientes, videos y fotos. Desde Hiroshima puedes hacer un paseo por el día a la isla de Miyayima, un lugar hermoso y declarado patrimonio de la humanidad por la Unesco. Miyajima, que significa Isla-Santuario, ha sido venerada desde tiempos antiguos, donde se han encontrado vestigios de construcciones desde el año 593. En la isla se encuentra un santuario llamado Itsukushima construido sobre el agua que es considerado como la principal atracción de la isla.
4. Comida popular: A la hora de comer en Japón, las opciones son tan amplias como el contenido de tu billetera. Puedes comer por unos pocos dólares en la calle, hasta una cena de lujo extravagante y costosa. Por presupuesto nosotros estábamos más cerca de la comida callejera y popular, lo cual nos dejó absolutamente satisfechos y maravillados, ya que la escena culinaria popular japonesa es increíble. Es muy rica, abundante y sabrosa; cada cuadra tiene dos o tres locales de comida de distinto tipo, y encuentras también mercados callejeros, mercados establecidos, supermercados y tiendas de barrio con comida preparada, comida rápida occidental y japonesa y comida tradicional popular, todo exquisitamente preparado y variado. Uno de los imperdibles es Memory Lane en el área de Shinyuku en Tokyo, un callejón antiguo lleno de puestos pequeñitos y muy frecuentado por los locales en horario post oficina.
La preparación de los platos más tradicionales varía según la región, por lo que un okonomiyaki, una preparación típica japonesa en base a una tortilla de repollo, es diferente si lo pruebas en Nara, en Hiroshima o Kyoto. Lo mismo con los bowls de sopas con noodles que además pueden ser de soba, udon o ramen; ¡adictivos! Los yakitori son una buena opción para las noches, para cerrar el día disfrutando de unas brochetas recién salidas de la parrilla con alguna cerveza refrescante. El sushi, a diferencia de lo que ocurre en occidente, es una opción más cara para comer, pero vale la pena probarlo sólo una vez, ojalá muy temprano en la mañana como desayuno y alrededor del mercado de Tsukiji, que es el mercado de productos del mar más grande del mundo. Los currys japoneses y platos al estilo tonkatsu en las estaciones de tren son salvadores para llenar el estómago mientras haces hora. Finalmente, no dejen pasar ningún snack y pruébenlos todos. Son una buena opción para pasar el hambre mientras uno anda caminando y hay de muchos tipos. Desde los típicos bollos rellenos al vapor, o fritos, a los palitos de pulpo, pescado, galletas de arroz, arroz con algas, y los dulces típicos en base a porotos.
Un consejo importante: háganse maestros del uso de los palitos porque allá no existen los tenedores ni cuchillos; solo cucharas y palitos. En este link encontrarás una guía interesante con una breve descripción de cada tipo de local en Japón y que esperar de ellos. Nuestro presupuesto por comida en este rango más popular y callejero era de 8-10 dólares por persona por comida.
5. Japón en Chile: Si a pesar de todos estos tips para viajar a Japón con poco presupuesto, este es un viaje completamente fuera de tu alcance, no te deprimas. En Chile hay varios locales de comida japonesa tradicional muy buenos, y doy fe que se asemejan muchísimo a los sabores y ambientes que conocimos allá. Para un sushi bien tradicional, con tatamis y barra en frente de un maestro izakaya, el Japón cerca de Plaza Italia, es el mejor lugar de Santiago y el restaurant japonés más antiguo de Chile (abrió sus puertas en 1978). Para platos calientes y preparaciones tradicionales japonesas muy buenas, el Izakaya Yoko en Monjitas es un gran acierto. Luego está el Goemon en Manuel Montt, que es más reciente pero de excelente calidad y ambiente muy parecido a algunos locales tradicionales de Japón. Finalmente, el Temple tiene una amplia carta con opciones de locales tipo izakaya (tapas japonesas), sushi y sopas calientes, con una línea de ramen increíble para este invierno, y aunque su ambiente es muy poco tradicional, la comida es sensacional.
Para cerrar el post, les dejo una selección de fotos de lo que fue nuestro viaje. ¡Espero que las disfruten!