Tengo muy lindos recuerdos de la vida en el campo de mi abuela, cuando pasábamos allá meses de vacaciones en invierno y verano, al ritmo de la tierra y la naturaleza. No había internet; apenas se lograban ver un par de canales en una tele antigua; llamar por teléfono a Santiago era un lujo; y el panorama del verano era que te llevaran un día a la ciudad más cercana que quedaba a 30 Kms (Villarrica), a tomar un helado.
Pero el día a día en el campo se hacía muy entretenido, y los meses que nos íbamos a instalar allá se pasaban volando. Siempre había algo que hacer, ya fuese ordeñar las vacas súper temprano en la mañana, hacer el recorrido para ver los animales en los diferentes potreros, la trilla en verano, mantener la huerta, recolectar digüeñes, hacer pan, queso, miel, etc.
La autosuficiencia alimenticia que uno alcanza es alucinante, pero también la experiencia de comer lo más cerca posible de la planta y el animal es increíble! El sabor de las verduras es intenso, las frutas dulces y jugosas, y la leche recién ordeñada y cocida no tiene nada que ver con la leche que venden en los supermercados.
Además, poder ser partícipes del crecimiento y desarrollo de las plantas y los animales es hermoso! Cómo no va a ser lindo este proceso…
Viviendo en ciudades grandes y en departamentos pequeños pareciera ser imposible dedicarse al auto cultivo, pero no lo es! Todos los espacios sirven, incluyendo los marcos de las ventanas si es que no tienes un balcón, o rinconcitos de la cocina y el living. Sólo necesitas un poco más de creatividad.
Hace poco llegó a mis manos el libro The Edible Balcony (El Balcón Comestible) de Alex Mitchell, que habla precisamente del auto cultivo en espacios urbanos reducidos. Es un libro muy recomendable ya que te da muchos consejos para maximizar el uso del espacio, técnicas para aprovechar contenedores de todo tipo que promueven la reutilización y el reciclaje, y un sin fin de beneficios que trae esta práctica del auto cultivo.
Acá te comparto algunos de los beneficios más importantes de cultivar tus propias frutas y verduras:
1. Mejora tu salud y la de tu familia: Teniendo tus propios cultivos a la mano, seguro que te tientas a consumir muchas más frutas y verduras. Las frutas y verduras ultra frescas, recién cortadas de la mata alcanzan su máximo nivel vitamínico y de nutrientes, por lo que son las mejores a la hora de incluirlas en tu dieta.
2. Ahorra dinero en las compras: Tu cuenta del supermercado tenderá a bajar a medida que crezcan tus frutas y verduras. Ahora si además de comer los productos en estación, aprendes a hacer conservas con lo que te sobra, tendrás alimentos incluso para la estación siguiente!
3. Reduce tu impacto ambiental: Cultivar tus propias frutas y verduras de manera orgánica es muy beneficioso para el planeta ya que no estás contribuyendo a la proliferación de los químicos y pesticidas que normalmente se usan en la agricultura industrial. Además, si tienes tus productos al alcance de la mano nos ahorramos el transporte que implica llevarlos del campo a los supermercados, y el transporte personal de nuestras casas al supermercado.
4. Sabores más frescos: Las frutas y verduras frescas son lo mejor! No sólo alcanzan su nivel más alto de nutrientes y vitaminas cuando están recién cortadas de la mata, sino que también su sabor es mucho más fresco e intenso. Te has preguntado ¿cuánto tiempo lleva en las estanterías del supermercado la fruta que compraste ayer? ¿Has tenido la posibilidad de comparar el gusto de un tomate de supermercado con uno de campo? La verdad es que no tienen comparación.
5. Reduce los desechos de la comida: Actualmente en el mundo se bota a la basura 1/3 de la comida que generamos diariamente. Eso equivale a 1.3 billones de toneladas de comida que perfectamente servirían para alimentar a los 868 millones de personas que padecen de hambruna hoy en día. Este problema de los desechos de la comida lo trataré otro día con más detalle ya que es un tema muy importante, pero de todas maneras tiene una relación muy estrecha con el autocultivo. El involucramiento en el proceso de crecimiento de las frutas y verduras que luego vamos a consumir nos genera un sentimiento de cercanía con estos productos. Un tomate ya no es simplemente el tomate que compraste por 200 pesos en el supermercado y que si te salió malo o te sobró se va a la basura como si nada. Un tomate que tu plantaste y lo viste crecer no lo vas a tirar así como si nada a la basura. Si te sobró seguramente lo guardarás para el día siguiente y si no salió enteramente bueno, seguro te las ingeniarás para usarlo en salsas, chutneys o pastas.
Cualquiera sea tu motivación, sólo tienes que organizarte y atreverte a dar el paso. Internet está lleno de información sobre como cultivar tus frutas y verduras en casa, y también hay cada día más libros y revistas al alcance de todos para informarse. Es muy entretenido y emocionante! Si quieres compartir tus fotos e historias de cultivo personal, escríbeme al email: anita@bfoods.cl
Manos a la tierra!