En mi último viaje estuve mucho tiempo arriba de aviones y esperando en aeropuertos, por lo que este libro fue un gran compañero. Aún no lo termino porque es bastante grande y está lleno de datos, por lo que su lectura no es fácil como una novela, sino que más bien es densa, como un tratado científico respecto al «Food Waste» o los desechos alimenticios.
Además, la realidad que describe es bien brutal, por lo que inevitablemente te detienes a reflexionar sobre lo leído y a darle vuelta a este gran problema moderno de la comida que botamos a la basura. Comida perfectamente buena y comestible, que fue cultivada, transportada y comercializada para luego terminar en un vertedero sin cumplir su cometido. ¡Del terror! Si quieres saber más acerca de este tema, puedes revisar un post anterior que escribí al respecto aquí.
Así que frente a esta realidad que nos afecta a todos (¿a quién no se le ha quedado alguna fruta medio escondida por ahí que luego la encontramos con pelos y a punto de reproducirse en un rincón del refrigerador?), y gracias a este interesante libro, me he inspirado en crear una nueva sección semanal llamada «Reduce tu food waste», con consejos para evitar los desechos alimenticios y entretenidas técnicas para transformarlos en algo rico si es que se puede.
La idea es ir posteando cada semana algo nuevo y diferente sobre qué cosas puedes hacer para evitar botar comida y aprovechar al máximo los restos y sobras. Especialmente ahora que se viene el verano y con el calor todo se echa a perder más rápido.
Si quieres compartir con nosotros alguna experiencia personal, o técnicas que apliques para reducir tus desechos alimenticios, envíanos un mail al correo: hola@ciudadanab.com y publicaremos tu relato.
Atentos a lo nuevo que se viene!
